sábado, 23 de marzo de 2013

1er Aniversario QOE Asturias: La celebración


Durante la 19ª Reunión de QOE Asturias, sorprendimos a nuestros compañeros con una pequeña celebración, ya que recientemente este movimiento cumplió un año de vida.



En la fotografía: Nacho Arango (Coordinador de QOE Asturias), Marta García-Noblejas y Natividad Jiménez Muela
Tras las cámaras y la decoración: Elena Álvarez García (Comisión de Actividades) y Laura Fernández (Comisión de Tecnología y RRSS)

miércoles, 20 de marzo de 2013

Artículo: Posar en un photocall parecía fácil


Si hoy tuviéramos que elegir un objeto que estuviera de moda y fuese utilizado para casi cualquier tipo de eventos, diríamos: el photocall.


Este elemento ante el que posaban las más famosas estrellas de cine, se ha convertido en algo cotidiano en cualquier tipo de reunión, presentación… y es sin duda el más demandado para fiestas y bodas.


A la hora de organizar un evento en el que se instale un photocall, son varias las consideraciones a tener en cuenta:
- buscar un lugar adecuado y espacioso en la entrada del local/recinto,
- procurar que el fotógrafo disponga de suficiente sitio como para que pueda trabajar con comodidad
- facilitar el tránsito de los invitados,
- que las medidas sean adecuadas, al menos 2 metros de alto, y mejor cuanto más ancho, sobretodo sí preveemos que habrá grupos numerosos que quieran posar,
- es recomendable un fondo con diseños geométricos o artísticos, y a poder ser sencillos para que no resten importancia a las personas que se fotografían,
- se aconsejan los fondos de acabado mate, para evitar los reflejos de los flashes,
- una estructura y accesos seguros,
- y muy importante: hemos de reservar una parte del presupuesto al photocall acorde a la altura del evento, especialmente en actos comerciales o corporativos, ya que no es algo barato. Para bodas y fiestas, podemos recurrir a soluciones más económicas como papel, tela... 


Los organizadores de eventos no podemos descuidar el photocall, o pensar en él como un elemento más del evento, todo lo contrario. Debemos ser conscientes de que si vamos a hacer una presentación ante la prensa, el photocall será la imagen de nuestro evento, es decir, la que definirá a nuestro cliente y en consecuencia a nosotros.

Pensemos en el photocall como un espacio privilegiado y de especial cuidado en nuestro evento. Allí pasarán un rato tanto los invitados como los fotógrafos, y el lugar donde se publicitarán las marcas.


Como organizadores hay un detalle que no deberíamos dejar que se nos escape: el estilismo que llevará la persona que será imagen de la marca. ¿Les parece algo inrrelevante? Les demostraré que no con un ejemplo:

Recientemente la marca de chocolates Milka fichó a Manuel Díaz «El Cordobés» y a Eva González como imagen del proyecto «el día más tierno».

Eva González, ya curtida frente a las cámaras como modelo y presentadora, supo elegir bien un estilismo que la hiciera destacar frente al color de la marca y a la vez combinara con ese lila tan característico.


El maestro Manuel Díaz «El Cordobés», siempre tan entregado, se volcó de lleno con la idea, y tal fue su implicación, que llegó, posó, se fundió con el fondo y hasta con la famosa vaca.


La elección de ese jersey, a tono con el lila Milka, ha sido desde luego es un error garrafal, apenas logramos distinguirle. Y como pueden ver en las siguientes fotografías, aún menos vemos a Manuel Díaz cuando Eva González aparece en escena, esta se lleva todas las miradas, cuando en realidad ambos deberían ser el centro de atención, precisamente les han pagado para que se les vea.



Así es que pongamos atención a los colores corporativos cuando organicemos una presentación, o cuando asistamos como invitados, como han comprobado nuestra mejor intención y sonrisa no son suficientes para salir airosos de un photocall.





Laura Fernández
Auxiliar de Protocolo y Eventos
QOE Asturias

viernes, 15 de marzo de 2013

Noticia de Interés: Pautas de la Policía Nacional para un evento o espectáculo seguro para jóvenes



Con motivo de los conciertos de Justin Bieber en España, la Policía Nacional ha lanzado una nueva campaña de información y mensajes de prevención a través de las redes sociales para la seguridad de los jóvenes de cara a eventos en los que se espera una gran afluencia de público. El objetivo de esta campaña es recordar las principales pautas de seguridad y consejos fundamentales a los más jóvenes para que puedan disfrutar de estos eventos de una forma segura.




Los mensajes se difundirán a través de los perfiles de la Policía en la web 2.0: Twitter @policiaFacebook, Youtube y  Tuenti (a través de Plan Contigo de la Policía Nacional y la Guardia Civil).

La Policía Nacional se sirve en esta ocasión de las redes sociales para lanzar esta campaña ya que el joven cantante canadiense es el perfil con más seguidores en Twitter, 35.000.000 de followers, y los "groupies" o fans de Justin Bieber utilizan Internet y las redes sociales como medio principal para informarse y conversar sobre su ídolo, sus actuaciones y cualquier novedad relacionada con las mismas. 


Estas pautas han sido desarrolladas por los coordinadores de seguridad de Espectáculos de la Policía Nacional especializados en la protección de eventos en recintos privados:




Fuentes: Policia.esTelemadrid

Laura Fernández
Comisión de Tecnología y RRSS
QOE Asturias

jueves, 14 de marzo de 2013

Artículo: Escudos Papales



Durante al menos 800 años, los portadores del anillo de Pedro han usado un escudo de armas distintivo.
El primero pudo ser Inocencio III cuyo papado se extendió entre 1198 y 1216.

En la Edad Media, los escudos de armas eran habituales entre la nobleza, a la que solía pertenecer el máximo representante de la Iglesia Católica.

La heráldica eclesial sigue las reglas de la civil, pero introduce símbolos que tienen un significado religioso, junto a otros que hacen referencia al origen o a la familia del pontífice, a sus cargos anteriores en la Iglesia, a su experiencia religiosa o a su programa para el papado.
Así, los escudos de los papas Medici (León X, Clemente VII y León XI) reproducían sin más la heráldica de esta poderosa familia toscana.
De la misma manera, los blasones de los papas Juan Pablo I, Juan XXIII y Pio X compartían la figura del león de San Marcos en su parte alta, referencia al Patriarcado de Venecia que todos ellos ocuparon.

Además del escudo de cada papa, el Vaticano tiene su propio emblema, que se modifica durante la sede vacante en todos los documentos, así como en la emisión de moneda y sellos.



  • Símbolos comunes:
Escudo del Vaticano
Escudo modificado durante la sede vacante











Las dos llaves cruzadas son comunes en los escudos de los papas como del papado. Representan el poder que Cristo dio a Pedro y a sus sucesores, la base de la autoridad papal.
Hacen referencia a una cita del evangelio de San Mateo (16:19): "Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos".

También es común a la heráldica eclesial la forma de cáliz del escudo.

La tiara, una corona con forma cónica, ha sido habitual en los símbolos papales desde que apareció como tal en 1130, primero como una corona simple a la que en los siglos siguientes se añadieron otras dos.

La tiara o trireino simboliza el triple poder del papa según se expresaba en el ritual de la coronación: "padre de los reyes, rector del mundo, Vicario de Cristo en la tierra".

Aparte de las representadas en la heráldica, en el Vaticano se conservan varias de estas coronas, ricamente decoradas con piedras preciosas. Su uso era obligatorio en las ceremonias solemnes hasta que fue abandonada a partir del Pontificado de Pablo VI (1963), tras el concilio Vaticano II, y sustituida por la mitra.

Benedicto XVI recibió en 2011 una tiara relizada en oro por cristianos ortodoxos búlgaros, que nunca ha usado en público.

Ratzinger eligió símbolos que ya había usado durante sus años de arzobispo en Munich y Freising, y después como cardenal.


Así, en la parte izquierda del escudo figura la cabeza coronada de un africano o etíope. Se trata de un emblema usado tradicionalmente en Bavaria, región natal de Ratzinger, y conocido como "el moro de Freising". El emblema consta también en el de la archidiócesis de Munich-Freising, y su origen real se desconoce.
El oso que ocupa la parte derecha también hace referencia igualmente a Freising. Cuenta la leyenda que San Corbiniano, obispo de la ciudad, fue atacado por un oso durante un viaje a Roma. El obispo domó al animal y le cargó con su equipaje.
En el llamado punto de honor del escudo figura una concha, que durante siglos ha sido emblema de los peregrinos.

Pero la mayor novedad del escudo de Benedicto XVI fue la eliminación de la tiara y su sustitución por la mitra, que tiene un significado episcopal, aunque esta tiene tres bandas doradas que recuerdan a la corona original.

También incluyó el palio pontificio, que nunca se había usado como figura.

En 2010, la reaparición de la tiara en un tapiz bordado regalado al papa, y que colgó del balcón desde el que bendice a los fieles en la plaza de San Pedro, provocó un pequeño debate en internet sobre su significado teológico y pastoral. Sin embargo, el Vaticano negó que hubiera previsto ningún cambio en el escudo oficial. Si esta reapareciera en el escudo del nuevo pontífice podría interpretarse como una reafirmación de su autoridad.

El escudo del precedesor de Benedicto XVI, Juan Pablo II, era más simple.

                          

El polaco Karol Wojtyla no incluyó en él ninguna referencia simbólica a su anterior desempeño en la Iglesia como arzobispo de Cracovia.
Juan Pablo II quiso subrayar la importancia de la redención y por eso presenta una cruz, aunque desplazada hacia la derecha para que en la izquierda deje ver una M mayúscula, en referencia a la Virgen María.

Como curiosidad, ni en el escudo de  Wojtyla ni en el de Ratzinger figuran sus respectivos lemas (Totus tuus en el primero; Cooperatores Veritatis en el segundo) pese a que el de Juan Pablo II llegó a ser ampliamente conocido.

Sobre con los sellos y emblemas de la sede vacante






Elena Álvarez García
Directora-Gerente de "Más Que Eventos"
Miembro de QOE Asturias




Artículo: La Vestimenta Papal



La vestimenta del Papa es fiel reflejo del gusto por los ritos y las tradiciones de la Iglesia Católica, aunque no siempre los Papas han vestido de blanco. Hasta 1276, el Sumo Pontífice también lucía en sus hábitos el rojo púrpura que hoy en día utilizan los cardenales durante el Cónclave, símbolo de la "sangre derramada por Dios". El color rojo hoy en día solo permanece en los zapatos. 


Pero el Papa Inocencio V quiso seguir vistiendo el hábito blanco de la orden dominica a la que pertenecía y desde ese entonces sus sucesores asumieron como propia la sotana blanca, que se erigió en símbolo de paz.

Conoce uno a uno los elementos que componen el 'uniforme' de Papa:

El color rojo sí perdura en los zapatos del sumo pontífice, para recordar que transita por un mundo por el que Cristo derramó su sangre. Esos zapatos le hicieron a  Benedicto XVI valedor del título de "hombre del año por sus accesorios" en 2008, según la revista Esquire. El Vaticano se apresuró a desmentir que los zapatos fueran de Prada, pero el runrún sigue ahí. 


Durante su retiro, el Papa emérito calzará zapatos marrones, aunque conservará unos rojos, según confirmó hace pocos días el portavoz del Vaticano, Francesco Lombardi. En concreto, unos "muy cómodos" que le regaló un artesano mexicano durante su visita a la ciudad de León. Armando Martín Dueñas, que así se llama el zapatero, no ha tardado en anunciar que ya ha fabricado  hasta seis pares nuevos de calzado rojo para Joseph Ratzinger en agradecimiento a la "predilección" que siente por sus zapatos el primer papa en renunciar en siete siglos. 


De lo que sí se desprendió Benedicto XVI era de la tiara papal, que se imponía a cada sumo pontífice el día de su elección y que presidía el escudo de cada Pontificado. El papa emérito eligió completar su enseña heráldica por contra con una mitra, el tocado por antonomasia que usan papas, cardenales, obispos y arzobispos en la celebración de la eucaristía. Se trata de un ornamento con dos picos en la parte superior y dos tiras de tela que cuelgan en la espalda y que tradicionalmente era una insigna de poder. 
 
Como si fuera una oveja sobre los hombres del buen pastor, el palio papal es otro de los elementos característicos de la vestimenta papal. Elaborado con lana de ovejas, bendecidas por el papa y criadas por los padres trapenses de la Abadía de las Tres Fuentes, en Roma, se compone de varias tiras rectangulares, que penden sobre el pecho y la espalda. Benedicto XVI, gustoso por retomar usanzas de antaño, optó durante una época por el palio tradicional, de cinco puntas, pero las dificultades que generaba para oficiar la misa obligaron a optar por el palio circular, mucho más manejable. 

"Solo ante Dios", dee esa expresión surgió el nombre de otro tocado, el más habitualmente utilizado tanto por el Papa como por los cardenales. El solideo, del que solo ante dios están obligados a descubrirse o, lo que es lo mismo, solo durante la celebración de la misa, es un pequeño casco de seda, que el papa luce en blanco inmaculado.

El anillo del Pescador es el símbolo por antonomasia del papa y que usa para rubricar los documentos oficiales de la Santa Sede. Lleva grabada la imagen de San Pedro pescando en un bote, con el nombre de cada papa en Latín en el reborde. Al final de cada Pontificado, ya sea tras la muerte del papa o tras su renuncia, el camarlengo debe apresurarse en destruir el anillo con un martillo de plata y marfil para que no se haga un mal uso de él.


El atuendo de diario del sumo pontífice lo suele completar con un simar, una sotana con capa corta a los hombros que también puede ser usada en tono negro o rojo por los cardenales. El sucesor de San Pedro, además, porta un báculo con un crucifijo, simbolizando que es el pastor que guía a las ovejas. Muceta, fascia, alba o casulla serán solo algunas prendas más de este armario sinfín que tendrá el próximo papa. 



Esta es la sastrería romana que ha confeccionado los tres juegos de sotanas en distintos tamaños para el futuro papa.


Fotografías: RTVE


Elena Álvarez García
Directora-Gerente de "Más Que Eventos"
Miembro de QOE Asturias



martes, 12 de marzo de 2013

Artículo: La elección del Papa, paso a paso.


La elección de un Papa es un ritual de larga tradición que está regulado hasta el más mínimo detalle.
Juan Pablo II lo reformó en 1996 en su escrito "Universi Domini Gregis". Sin embargo, no existe una hoja de ruta establecida para el relevo en caso de dimisión. 

Juan María Laboa, experto en la materia, apunta que "en el derecho canónico no hay nada contemplado para una situación como ésta. Hasta el pasado día 28 de febrero, el Papa fue la máxima autoridad de la Iglesia y fue él, junto al Consistorio, quien decidió cuáles eran los pasos a dar".




120 cardenales de todo el mundo han sido convocados, aunque sólo 115 estarán presentes, pues tres han superado la edad máxima para ser elector (80 años), uno se ha excusado por motivos de salud y otro ha renunciado por "comportamientos sexuales inadecuados". De entre ellos saldrá el Papa, aunque en realidad puede ser elegido cualquier varón con pleno uso de razón.

Proceden de 48 países. Europa ostenta la mayoría entre los cardenales electores, con un total de 62, seguida de América Latina, con 19.



El Cónclave para la elección del sucesor debe celebrarse como muy pronto 15 días después de la muerte o renuncia del papa y como muy tarde veinte. Pero Benedicto XVI firmó un “motu proprio” el pasado día 22 de febrero que permite anticipar el Cónclave si se constata la presencia en Roma de todos los cardenales electores. La elección se celebra en la Capilla Sixtina del Vaticano.

El cónclave es la reunión que celebra el Colegio cardenalicio de la Iglesia Católica Romana para elegir a un nuevo obispo de Roma, cargo que lleva aparejados el de Papa (Sumo Pontífice y Pastor Supremo de la Iglesia Católica) y el de jefe de Estado de la Ciudad del Vaticano.
La celebración del cónclave pone en escena uno de los ritos más antiguos y más estrictamente detallados de la Historia de la Humanidad. Son ceremonias, signos, expresiones, protocolos... que poco tienen que ver con la vida ordinaria y de los que conviene conocer su significado para no perderse en el maremágnum de información de estos días.

El término cónclave procede del latín “cum clavis" ("bajo llave"), por las condiciones de reclusión y máximo aislamiento del mundo exterior en que debe desarrollarse la elección, con el fin de evitar intromisiones de cualquier tipo. Realmente, la sala de elecciones, la Capilla Sixtina, se cierra con llave tanto desde el interior como desde el exterior después de que se pronuncia el "Extra omnes!" (¡Todos fuera!).

Este sistema de encerrar a los electores del Papa, vigente al menos desde el II Concilio de Lyon en 1274, fue mitigado por Juan Pablo II en la Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis (UDG), sobre la Vacante Apostólica y la elección del nuevo Pontífice. Se establece en ella que los electores pueden residir, mientras dura el cónclave, en la recién construida Casa de Sta Marta, una residencia al efecto en el propio Vaticano, pero manteniendo la rigurosa prohibición de cualquier clase de contacto con el mundo exterior.
Desde hace siglos, los cónclaves tienen lugar en la Capilla Sixtina, dentro del complejo del Vaticano.

Los cardenales celebran por la mañana en la Basílica de San Pedro una misa "Pro eligendo Papa". Por la tarde, se visten un roquete y cantan el "Veni Creator" en la Capilla Paolina para pedir la ayuda del Espíritu Santo. Más tarde entran en la Capilla Sixtina.





La elección puede durar horas, días o semanas. El primer día del Cónclave sólo hay una ronda electoral. Cada jornada se programan dos escrutinios o tandas de votaciones, una por la mañana y otra por la tarde. Antes, los cardenales celebran la eucaristía y asisten a la predicación de uno de ellos. En cada escrutinio se vota dos veces si es necesario, aunque si se alcanzan los dos tercios de los votos se interrumpe el proceso, pues es la cantidad necesaria para ser proclamado Papa.



El resto de la jornada, los cardenales hablan entre ellos y descansan en la Casa Santa Marta, cuyas habitaciones se adjudican por sorteo. Antes de que existiera esta residencia, vivían en los aledaños de la Capilla Sixtina, en cubículos separados por biombos y con sólo un baño para todos.

Es necesaria una mayoría de dos tercios y si la elección no se produce durante varios días, se puede elegir por mayoría absoluta. A esta segunda modalidad se puede recurrir como muy pronto a partir de la trigésima ronda electoral. A partir de entonces, se puede celebrar una elección en la que sólo salgan a votación los dos favoritos.


No hay ningún candidato ni tampoco campaña electoral.


El voto es personal y secreto. Los cardenales no se pueden abstener de ejercerlo. Han de escribir el nombre de su elegido "según la voluntad de Dios" en una papeleta con una caligrafía lo menos parecida posible a su forma normal de escribir. Cuando son llamados, acuden a la urna con la papeleta en alto, la colocan en un plato y con éste la introducen en la urna.



Los cardenales enfermos también pueden votar pero tienen que poder quedarse en el Vaticano durante todo el Cónclave. Entre los cardenales hay tres "infirmarii" encargados de los enfermos. Si los enfermos están en cama, los "infirmarii" van a recoger la papeleta y la depositan en su nombre en la urna. Pensando especialmente en los cardenales enfermos y de edad avanzada, Juan Pablo II mandó construir dentro del Vaticano una casa de huéspedes, para que tuvieran un alojamiento apropiado durante el Cónclave.

La elección se produce a puerta cerrada en medio de un gran hermetismo (cónclave = con llave). La Capilla Sixtina es registrada por expertos en busca de micrófonos o cámaras de televisión ocultas. Las grabadoras están también prohibidas. Durante el Cónclave, los cardenales electores no tienen permitido telefonear, ni recibir correspondencia, ni leer el diario, ni ver la televisión. Además, se comprometen a guardar silencio sobre todo lo hablado durante el Cónclave. No se publican los resultados de las rondas electivas.

En el caso de no respetar el juramento de secreto que han hecho, quedan excomulgados  “latae sententiae” (de forma inmediata y sin necesidad de juicio previo).





Tras la elección, el decano del colegio cardenalicio pregunta al elegido si acepta el cargo y con qué nombre quiere gobernar.

continuación pasa a la llamada Sala de las Lágrimas, donde se viste con una de las tres sotanas de distinto tamaño dispuestas para él. Se llama así a esta pequeña sacristía pues dice la tradición que allí lloran por primera vez los que han sido elegidos, conscientes de la responsabilidad que asumen.


La elección del Papa se anuncia poco después de la elección. Se puede reconocer porque de la chimenea de la Capilla Sixtina sale humo blanco al quemarse las papeletas. Antes, cuando las rondas electivas concluyen sin la elección de un pontífice, las papeletas se mezclan con pez, de manera que al quemarse emiten un humo negro.
Por primera vez, en este Cónclave habrá dos estufas: una para quemar las papeletas y los apuntes de los cardenales tras cada votación y otra para producir humo de color con pastillas químicas. El humo blanco indicará que se ha elegido al Papa.




Los cardenales le juran obediencia, se reza una oración de acción de gracias y el llamado "cardenal protodiácono" presenta al nuevo papa en la Plaza de San Pedro con la fórmula "Habemus papam". El nuevo pontífice se presenta entonces ante la multitud e imparte su primera bendición "Urbi et Orbe" ("a la ciudad y el mundo").



Fotografías: RTVE 



Elena Álvarez García
Directora-Gerente de "Más Que Eventos"
Miembro de QOE Asturias