miércoles, 25 de septiembre de 2013

Artículo: Ceremonia de Entrega de Cartas Credenciales en España

En el día de ayer tuvo lugar la ceremonia de entrega de Cartas Credenciales por parte de los nuevos Embajadores acreditados en nuestro País a S.M. el Rey (www.casareal.es).

La Ceremonia de entrega de cartas credenciales es uno de los actos mas solemnes de la vida Diplomática; en esta ceremonia se produce el acto de presentación y entrega de las cartas credenciales del nuevo Embajador ante el Jefe del Estado receptor, en un acto protocolario.

Las cartas credenciales son un documento escrito en términos solemnes por el Jefe del Estado del país que envía a su embajador, y están dirigidas al Jefe del Estado receptor. Estas deben contener el nombre y los títulos de la nueva persona que va a ser designada y al final, el ruego de que se le considere como representante legítimo del Estado que expide las cartas credenciales. En relación con el acto de presentación de las cartas credenciales, la ceremonia queda recogida en el artículo 13 de la Convención de Viena (tratado internacional que regula las relaciones diplomáticas entre los países, además de la inmunidad del personal diplomático).

Esta ceremonia es similar en todos los países, diferenciándose únicamente en pequeños detalles como la composición del cortejo, los honores, el intercambio de discursos o la conversación con la máxima autoridad del país1.

La precedencia entre Embajadores se fija por su orden de llegada, y en el caso de que viajen juntos y lleguen a la vez, se establece por el orden de concesión del “plácet”.

Salvo en algunos casos excepcionales, los nuevos Embajadores que presentan las Cartas Credenciales en España son un mínimo de cuatro y un máximo de seis en el mismo día y sucesivamente y que por lo general son siempre los jueves.

Llegado el día de presentación de las Cartas Credenciales antes S.M. el Rey, un alto funcionario del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, acude a recoger en coche oficial al Embajador a su residencia para acompañarle al Ministerio. 


Palacio de Santa Cruz, sede del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación 

En el vehículo el Embajador se sitúa en el asiento posterior, en el lado derecho y el alto funcionario en el izquierdo; el vehículo oficial es proporcionado por el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación y llevará en el exterior el banderín oficial del país acreditante, y que será proporcionado por la nueva Embajada días antes de la ceremonia. El vehículo irá precedido por una pareja motorizada de la policía Municipal que les abrirá el camino y los miembros acreditados de la Embajada que le acompañen a la ceremonia irán detrás en caravana en vehículos de su propiedad.

Una vez en el Ministerio se dirigirán al Salón de Embajadores donde esperaran la llegada y formación de las carrozas que les llevarán al Palacio Real. Los vehículos oficiales continuarán hasta el Palacio para, una vez finalizada la ceremonia, recoger y llevar de vuelta a la los Embajadores a sus respectivas residencias.

Antes de partir hacia el Palacio Real, en el arco de la entrada principal del Palacio de Santa Cruz, los Embajadores y su comitiva, situada linealmente detrás de él, reciben honores del Escuadrón de Lanceros de la Guardia Real. Durante el acto de presentación de las Cartas Credenciales a S.M. el Rey, la Guardia Real participa contribuyendo a la seguridad y a la brillantez del acto mediante las siguientes acciones2

-          Escolta solemne de la Sección de Motos a S.M. el Rey.
-          Seguridad en el Palacio Real de Madrid.
-          Honores a S.M. el Rey.
-          Escolta solemne a caballo a los Embajadores.
-          Honores a los Embajadores que presenten sus Cartas Credenciales.

Una vez que han finalizado los honores, los Embajadores se dirigen a Palacio Real montados en berlinas de gala, tiradas por seis caballos holandeses con postillón, palafreneros, lacayos y cochero. 


Traslado de los nuevos Embajadores entre el Palacio de Santa Cruz y el Palacio Real 
para la entrega de Cartas Credenciales ante S.M. el Rey en la berlina de gala 
(Fuente: FOTO EFE)

El Embajador va detrás en la Berlina de Gala y le preceden en otra berlina denominada “Coche de París” los miembros de su Embajada. Las carrozas fueron construidas en 1875 por el Maestro Carrocero austríaco Joseph Ehrler en París por encargo del Montero Mayor del Rey Alfonso XII. Aunque fueron también utilizadas para otras ceremonias, desde un principio su misión fue el transporte hasta el Palacio Real de los Embajadores acreditados ante el Rey de España.

Los diplomáticos van escoltados por el Escuadrón de Lanceros de la Guardia Real y, a su llegada a la Plaza de la Armería, la banda de música les rinde honores interpretando el himno nacional de su país. A pie de la escalera de honor del Palacio Real, les aguardan los altos funcionarios de la Casa del Rey y el Oficial de Alabarderos.

Escuadrón de Lanceros de la Guardia Real escoltando al Embajador al Palacio Real

Una vez en el interior, el Embajador accede a la Antecámara donde le reciben el Introductor de Embajadores y el Jefe de protocolo de la Casa de S.M. el Rey, el Jefe de Alabarderos se despide con un saludo a la espada y el Embajador le responde despidiéndose con un saludo de cabeza. A continuación el acto se desarrolla en la Cámara Oficial, donde se encuentra S. M. el Rey. A su izquierda, ligeramente retrasado, está situado el Ministro de Asuntos Exteriores y detrás de Su Majestad en línea, se ubican el Jefe y Alto personal de la Casa de S.M.
El Jefe de Protocolo de la Casa de S. M. el Rey entra en la Cámara primero y anuncia al Introductor de Embajadores, quien accede a la Cámara Oficial y tras un respetuoso saludo hacia S.M., anuncia al nuevo Embajador con la denominación oficial de su país.
En ese momento tiene que acceder el nuevo Embajador haciendo una inclinación de cabeza, con el Introductor de Embajadores a su izquierda se dirige hacia Su Majestad y al llegar frente al Soberano, se detiene y hace una segunda inclinación de cabeza.

Sección de Alabarderos formada en la Escalera de Embajadores del Palacio Real de Madrid
(Fuente: www.guardiareal.org)

En ese momento los miembros de la Misión diplomática acceden a la Cámara, detrás del Embajador y colocándose a la derecha de la puerta, sin hacer la inclinación de cabeza y mirando hacia Su Majestad. El Embajador tiene que entregar a S.M. el Rey el sobre con sus Cartas Credenciales y las Credenciales de su predecesor, con la mano derecha y sin guante.

El Embajador, antes de entregar sus Cartas Credenciales, puede presentarse a S.M. el Rey, en el idioma que prefiera y brevemente puede decir “Majestad, tengo el honor de presentar las Cartas que me acreditan como Embajador Extraordinario y Plenipotenciario de..... “.3 Su Majestad toma las Cartas y las entrega al Ministro de Asuntos Exteriores, a continuación estrecha S.M. el Rey la mano del Embajador, pero sin embargo, el Embajador no debe estrechar la mano del Ministro de Asuntos Exteriores.

Tras el apretón de manos, el Embajador solicita permiso para presentar a Su Majestad al personal de su Embajada, que deberán ser presentados por el Embajador de uno a uno por su cargo y no por sus nombres; estos avanzarán hacia Su Majestad y al llegar realizarán una breve inclinación de cabeza y estrecharán la mano del Monarca en silencio, tras ello volverán a su sitio.

S.M. el Rey invita al Embajador, acompañados por el Ministro de Asuntos Exteriores, a trasladarse a la Saleta del Nuncio, adjunta a la Cámara Oficial, donde mantienen una breve conversación, pudiendo ser en español o en otro idioma, acompañados por un traductor, de lo que deberán ser informado los servicios de protocolo con antelación.

El Embajador, acompañado del Alto funcionario diplomático y de los miembros de la Misión, abandonarán la Cámara Oficial por la puerta de la sala denominada “El Tranvía de la Cámara” y ya en esta estancia, el Jefe de Protocolo de la Casa de S. M. el Rey despide al Embajador. El Embajador y su séquito, junto con el Alto funcionario diplomático, se dirige hacia la Puerta del Príncipe del Palacio Real donde les esperan los vehículos oficiales.

A la salida del Palacio una Sección de Pífanos y Tambores de la Guardia Real interpreta el Himno Nacional de España, mientras que la comitiva regresa a la residencia del Embajador, precedidos de los motoristas.


Su Majestad el Rey recibe la Carta Credencial del 
Embajador de la República Francesa, Jérôme Bonnafont
(Fuente: © Casa de S.M. el Rey / Borja Fotógrafos)

El Rey viste el uniforme de gala del Ejército de Tierra y los Embajadores deben llevar el uniforme de diplomático, frac o el traje nacional de su país, y podrán lucir las condecoraciones. Además la guía del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación da unas indicaciones al respecto de la indumentaria que se debe vestir en este acto, siendo para las señoras vestido largo y para los caballeros el uso del frac con corbata y chalecos blancos, o el uniforme de gala o traje nacional con las condecoraciones.


Su Majestad el Rey tras la entrega de la Carta Credencial, conversa con el 
Embajador de la República Helénica, Franciscos Verros 
(Fuente: © Casa de S.M. el Rey / Borja Fotógrafos)

Si el nuevo Embajador desea tener constancia de la realización del acto, la Oficina de Información Diplomática del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación le facilitará el contacto de la empresa audiovisual autorizada que podrá grabar en vídeo y tomar fotografías del desarrollo de la ceremonia, hasta la entrada en el Palacio Real, donde la Dirección General de Comunicación Exterior proporcionará los datos de contacto de RTVE y que les podrá facilitar la grabación de la ceremonia en el interior del Palacio.

Plano de ubicación de todo el personal involucrado en la Ceremonia de Presentación de las Cartas 
Credenciales a S.M. el rey en la Cámara Oficial del Palacio de Real. 
(Fuente: Ministerio de Asuntos Exteriores. 
Secretaría General Técnica. 
Normas básicas sobre protocolo y condecoraciones).

Debido a la operación de S.M. el Rey, en esta ocasión y por primera vez, la ceremonia se celebró en el Palacio de la Zarzuela, en lugar de en el Palacio Real,  recibiendo a dieciséis Embajadores, y modificando el protocolo para acortar la duración del acto.


1LÓPEZ Caballero, Blanca (2006). La Diplomacia y su protocolo. Pág 117.
3 Ministerio de Asuntos Exteriores. Secretaría General Técnica. Normas básicas sobre protocolo y condecoraciones. Edición de 2003


Cristina Álvarez Suárez
Miembro de QOE Asturias

domingo, 22 de septiembre de 2013

Artículo: El uso de la chistera en la boda de Francisco Rivera y Lourdes Montes


Me resulta muy difícil resistir la tentación de comentar la boda de Francisco Rivera y el uso de la chistera, y a pesar de reconocer que sólo he visto la portada de la revista "Hola!" y que, por lo tanto, no dispongo de los criterios suficientes, aprovecho este espacio de QOE para dar rienda suelta a mis opiniones y, de paso, conocer alguna más al respecto, que siempre es interesante.


La pareja se unió en una ceremonia civil, pues el novio aún no dispone de la nulidad eclesiástica de su primer matrimonio. Como todos sabemos, la etiqueta para una boda civil es un “poco” diferente a la de una unión eclesiástica, aunque el cambio de usos sociales (sobre todo, la mayor cantidad de bodas civiles que en el pasado), está derivando en una evolución de esta ceremonia: de celebrarse únicamente en juzgados y oficiada por juez o funcionario correspondiente, pasó a poder ser celebrada también en ayuntamientos y, por tanto, oficiada por el alcalde o alcaldesa o persona en quien esta autoridad delegue. Incluso, puede celebrarse en un lugar privado, como en el caso que nos ocupa, siendo una finca privada de Ronda el lugar elegido. ¡Genial para el mercado de la organización de eventos!

Como a mi me gusta partir siempre de las referencias de autoridades en la materia, estos días repasé a dos de mis autores de cabecera en protocolo social: Camilo López y María Rosa Marchesi. En el año 1991, el primero todavía escribe que “los matrimonios civiles han perdido el aire de semiclandestinidad que llegaron a tener en algún tiempo” y señala algo muy interesante: “las normas clásicas de urbanidad recomiendan discreción en las bodas civiles”. En cuanto a la segunda, parte de una diferenciación: mientras que el vestido de la novia (así como el de la madrina y testigos femeninas) está más sujeto a los vaivenes de la moda, el vestuario del novio, padrino o testigos está más sometido a la tradición.

Maria Rosa Marchesi señala que el novio puede ir “con traje oscuro de calle, de chaqué o de uniforme civil o militar, pero no de esmoquín”. La autora escribe que el chaqué se lleva con “zapatos negros lisos” y que “el chaleco y la corbata suelen ser grises en las bodas”. ¡Mucho ha cambiado la etiqueta desde 1995, año de publicación de “El protocolo, hoy”!. Sólo hay que recordar la boda del Príncipe Felipe con doña Leticia Ortiz, en la que los caballeros lucieron variados colores (e incluso estampados) en sus chalecos y corbatas.

Maria Rosa Marchesi no nos dice nada de la chistera o “sombrero de copa alta” pues, simplemente, en España no tenemos costumbre de usarla. Precedentes, ya los hay, y yo recuerdo uno con claridad: Boris Izaguirre en la boda de Rafael Medina con Laura Vecino. La llevó bastante bien, como un guiño a la originalidad o una forma de llamar la atención.


En este caso, el uso de la chistera en esta boda vino determinado por la elección de los novios, quienes así se lo hicieron saber a sus invitados. El protocolo y la etiqueta nada dicen al respecto, por no ser habitual en nuestro país; se trató de un capricho personal, que puede ser considerado acertado o no (según gustos). A mí, particularmente, no me gusta nada, pues afea a los señores y supongo que en su extensa mayoría, era la primera vez que lo usaban (lo que está reñido con llevar algo con elegancia).

Sin embargo, debo reconocer que desde el punto de vista de la organización del evento, el uso de la chistera fue un detalle simpático que llamó la atención y que, de alguna forma, contribuye a su éxito. Toda España hablando de la chistera... De vez en cuando, es bueno caer en la frivolidad.




Ana Lobeto
Miembro QOE Asturias